9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1Así que entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó.
2Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana,
3Y decían: Dios te guarde, Rey de los Judíos; y le daban de bofetadas.
4Entonces Pilato salió otra vez fuera, y les dijo: He aquí, os le traigo fuera, para que entendáis que ningún crímen hallo en él.
5Entonces salió Jesús fuera llevando la corona de espinas, y la ropa de grana. Y díceles Pilato: ¡He aquí el hombre!
6Y como le vieron los príncipes de los sacerdotes, y los ministros, dieron voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale. Díceles Pilato: Tomádle vosotros, y crucificádle; porque yo no hallo en él crímen.
7Respondiéronle los Judíos: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo el Hijo de Dios.
8Pilato pues como oyó esta palabra, tuvo más miedo.
9Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta.
10Entonces dícele Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿no sabes que tengo potestad para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte?
11Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
12Desde entonces procuraba Pilato de soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César: cualquiera que se hace rey, habla contra César.
13Entonces Pilato oyendo este dicho, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal, en el lugar que se llama el Pavimento, y en el Hebreo Gabbatha.
14Y era la preparación de la pascua, y como la hora de sexta: entonces dijo a los Judíos: ¡He aquí vuestro Rey!
15Mas ellos dieron voces: Quítale, quítale, crucifícale. Díceles Pilato: ¿A vuestro Rey tengo de crucificar? Respondieron los sumos sacerdotes: No tenemos rey, sino a César.
16Entonces pues se le entregó para que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús, y le llevaron.
17Y él llevando su cruz, salió al lugar que se llama el lugar de la Calavera, y en Hebreo Gólgota:
18Donde le crucificaron, y con él otros dos, de una parte y de otra, y Jesús en medio.
19Y escribió Pilato un título, el cual puso encima de la cruz; y el escrito era: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
20Y muchos de los Judíos leyeron este título; porque el lugar donde fue crucificado Jesús, estaba cerca de la ciudad; y era escrito en Hebreo, y en Griego, y en Latín.
21Y decían a Pilato los sumos sacerdotes de los Judíos: No escribas: Rey de los Judíos; sino que él dijo: Rey soy de los Judíos.
22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23Y como los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes (a cada soldado una parte,) y también la túnica, mas la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.
24Dijeron pues entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella cuya será; para que se cumpliese la Escritura que dice: Partieron para sí mis vestidos, y sobre mi vestidura echaron suertes. Estas cosas pues los soldados hicieron.
25¶ Y estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cléofas, y María Magdalena.
26Y como vio Jesús a su madre, y al discípulo que él amaba, que estaba presente, dice a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27Y luego dice al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa.
28¶ Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas estaban ya cumplidas, para que la Escritura se cumpliese, dijo: Tengo sed.
29Y había allí puesta una vasija llena de vinagre. Entonces ellos hinchieron una esponja de vinagre, y puesta sobre un hisopo se la llegaron a la boca.
30Y como Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado está. Y abajando la cabeza, dio el espíritu.
31¶ Entonces los Judíos, por cuanto era el día de la preparación, para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado, porque era gran día aquel sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y que fuesen quitados.
32Vinieron pues los soldados, y a la verdad quebraron las piernas al primero, y al otro que había sido crucificado con él:
33Mas cuando vinieron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.
34Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua.
35Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.
36Porque estas cosas fueron hechas, para que se cumpliese la Escritura: Hueso no será quebrantado de él.
37Y también otra Escritura dice: Mirarán a aquel al cual traspasaron.
38¶ Pasadas estas cosas, rogó a Pilato José de Arimatea, el cual era discípulo de Jesús, mas secreto, por miedo de los Judíos, que él quítase el cuerpo de Jesús: lo cual permitió Pilato. Entonces él vino, y quitó el cuerpo de Jesús.
39Y vino también Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, trayendo una mistura de mirra y de áloes, como cien libras.
40Y tomaron el cuerpo de Jesús, y le envolvieron en lienzos con especias, como es costumbre de los Judíos sepultar.
41Y en aquel lugar, donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aun no había sido puesto alguno.
42Allí pues pusieron a Jesús, por causa del día de la preparación de los Judíos, porque aquel sepulcro estaba cerca.