9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1En aquel tiempo Jehová me dijo: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
2Y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras, que quebraste; y ponerlas has en el arca.
3E hice un arca de madera de cedro, y alisé dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
4Y escribió en las tablas, conforme a la primera escritura, las diez palabras que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego el día de la congregación, y diómelas Jehová.
5Y volví, y descendí del monte, y puse las tablas en el arca, que había hecho, y allí están, como Jehová me mandó.
6Después los hijos de Israel partieron de Berot de los hijos de Jacán a Mosera: allí murió Aarón, y allí fue sepultado; y tuvo el sacerdocio por él su hijo Eleazar.
7De allí partieron a Gadgad; y de Gadgad a Jetebata tierra de arroyos de aguas.
8En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Leví, para que llevase el arca del concierto de Jehová, para que estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre hasta hoy;
9Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad, con sus hermanos: Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo.
10Y yo estuve en el monte, como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches, y Jehová me oyó también esta vez, y Jehová no quiso destruirte.
11Y díjome Jehová: Levántate, anda para que partas delante del pueblo, para que entren, y hereden la tierra, que juré a sus padres que les había de dar.
12¶ Ahora pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que le ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma;
13Que guardes los mandamientos de Jehová, y sus estatutos, que yo te mando hoy, para que hayas bien?
14He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos: la tierra y todas las cosas que están en ella.
15Solamente de tus padres se agradó Jehová, para amarlos: y escogió su simiente después de ellos, a vosotros, de todos los pueblos, como parece en este día.
16¶ Circuncidád pues el prepucio de vuestro corazón: y no endurezcáis más vuestra cerviz.
17Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso y terrible, que no acepta personas, ni toma cohecho:
18Que hace derecho al huérfano y a la viuda: que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
19¶ Amaréis pues al extranjero: porque extranjeros fuisteis vosotros en tierra de Egipto.
20¶ A Jehová tu Dios temerás, a él servirás, a él te allegarás, y por su nombre jurarás.
21El será tu alabanza, y él será tu Dios, que ha hecho contigo estas grandes y terribles cosas, que tus ojos han visto.
22Con setenta almas descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.