9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, en las que despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento:
2Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles del Señor y Salvador:
3Sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
4Y diciendo: ¿En dónde está la promesa del advenimiento de él? Porque desde el tiempo en que los padres se durmieron, todas las cosas perseveran así como desde el principio de la creación.
5Porque ellos ignoran esto voluntariamente, que los cielos fueron en el tiempo antiguo, y la tierra que por agua y en agua está asentada por la palabra de Dios:
6Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado por agua.
7Empero los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos.
8Mas, oh amados, no ignoréis una cosa, y es, que un día delante del Señor es como mil años, y mil años son como un día.
9El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; empero es paciente para con nosotros, no deseando que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
10Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra, y las obras que en ella haya, serán enteramente quemadas.
11Pues como sea así que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué tales conviene que vosotros seáis en santo proceder y en piedades,
12Esperando, y apresurándoos para el advenimiento del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?
13Pero esperamos cielos nuevos, y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.
14Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estás cosas, procurád con diligencia que seáis de él hallados sin mácula, y sin reprensión en paz.
15Y tenéd por cierto que la larga paciencia de nuestro Señor es para salud, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito;
16Como también en todas sus epístolas hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.
17Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardáos que por el error de los abominables no seáis juntamente con los otros engañados, y caigáis de vuestra propia firmeza.
18Mas crecéd en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu Cristo. A él sea gloria ahora, y hasta el día de la eternidad. Amén.