9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1Entonces fue el clamor del pueblo y de sus mujeres grande contra los Judíos sus hermanos.
2Y había quien decía: Nuestros hijos, y nuestras hijas, y nosotros, somos muchos: y hemos comprado grano para comer y vivir.
3Y había otros que decían: Nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas hemos empeñado, para comprar grano en la hambre.
4Y había otros que decían: Hemos tomado emprestado dinero para el tributo del rey sobre nuestras tierras y nuestras viñas.
5Y ahora como la carne de nuestros hermanos es nuestra carne, como sus hijos son también nuestros hijos: y, he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas en servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas, y no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas; y nuestras tierras y nuestras viñas son de otros.
6Y enojéme en gran manera, cuando oí su clamor y estas palabras.
7Y pensó mi corazón en mí, y reprendí a los principales, y a los magistrados, y díjeles: ¿Usura tomáis cada uno de vuestros hermanos? E hice contra ellos una grande junta,
8Y díjeles: Nosotros rescatamos a nuestros hermanos Judíos, que eran vendidos a las gentes, conforme a la facultad que había en nosotros: ¿y vosotros aun vendéis a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, que no tuvieron que responder.
9Y dije: No es bien lo que hacéis: ¿No andaréis en temor de nuestro Dios por la vergüenza de las gentes nuestras enemigas?
10Y también yo, y mis hermanos, y mis criados les habemos prestado dinero y grano: soltémosles ahora esta usura.
11Ruégoos que les volváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero, y del grano, del vino, y del aceite que demandáis de ellos.
12Y dijeron: Volveremos, y no les demandaremos: así haremos, como tú dices. Entonces convoqué los sacerdotes, y les juramenté que hiciesen conforme a esto.
13Además de esto sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo varón que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: Amén: y alabaron a Jehová: e hizo el pueblo conforme a esto.
14También desde el día que me mandó el rey que fuese capitán de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artaxerxes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del capitán.
15Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta pesos de plata; además de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; mas yo no hice así a causa del temor de Dios.
16Además de esto, en la obra de este muro instauré mi parte, ni compramos heredad: y todos mis criados juntos estaban allí a la obra.
17Ítem, los Judíos y los magistrados, ciento y cincuenta varones, y los que venían a nosotros de las gentes que están en nuestros al derredores, estaban a mi mesa.
18Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, y seis ovejas escogidas; y aves también se aparejaban para mí: y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca busqué el pan del capitán, porque la servidumbre de este pueblo era grave.
19Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice a este pueblo.