9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1Fue un varón del monte de Efraím, que se llamaba Micas:
2El cual dijo a su madre: Los mil y cien siclos de plata, que te fueron hurtados, y tú maldecias, oyéndolo yo, he aquí que yo tengo este dinero: yo lo había tomado. Entonces la madre dijo: Bendito seas de Jehová, hijo mío.
3Y después que él hubo tornado a su madre los mil y cien siclos de plata, su madre dijo: yo he dedicado este dinero a Jehová de mi mano para ti, hijo mío, para que hagas imagen de talla y de fundición: por tanto yo ahora te lo vuelvo.
4Mas volviendo él los dineros a su madre, su madre tomó doscientos siclos de plata, y diólos al fundidor, y él le hizo de ellos una imagen de talla y de fundición, la cual fue puesta en casa de Micas.
5Y tuvo este hombre Micas casa de dioses: e hízose hacer efod, y terafim, y consagró uno de sus hijos, y fuéle por sacerdote.
6En estos días no había rey en Israel: mas cada uno hacía como mejor le parecía.
7Y había un mancebo de Belén de Judá, de la tribu de Judá, el cual era Levita, y peregrinaba allí.
8Este varón se había partido de la ciudad de Belén de Judá, para ir a vivir donde hallase: y llegando al monte de Efraím, vino a casa de Micas, para de allí hacer su camino.
9Y Micas le dijo: ¿De dónde vienes? Y el Levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir donde hallare.
10Entonces Micas le dijo: Quédate en mi casa, y serme has en lugar de padre y de sacerdote: y yo te daré diez siclos de plata por un cierto tiempo, y el ordinario de vestidos, y tu comida. Y el Levita se quedó.
11Y el Levita acordó de morar con aquel hombre, y él le tenía como a uno de sus hijos.
12Y Micas consagró al Levita, y aquel mancebo le servía de sacerdote: y estuvo en casa de Micas.
13Y Micas dijo: Ahora sé que Jehová me hará bien, pues que el Levita es hecho mi sacerdote.