9 And when he had opened the fifth seal, I saw under the altar the souls of them that were slain for the word of God, and for the testimony which they held:
10 And they cried with a loud voice, saying, How long, O Lord, holy and true, dost thou not judge and avenge our blood on them that dwell on the earth?
11 And white robes were given unto every one of them; and it was said unto them, that they should rest yet for a little season, until their fellowservants also and their brethren, that should be killed as they were, should be fulfilled.
1¡Ay de la corona de soberbia, de los borrachos de Efraím, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza, del valle fértil, oprimidos del vino!
2He aquí que la valentía, y la fortaleza de Jehová viene como turbión de granizo, y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que salen de madre, que con fuerza derriba a tierra.
3Con los pies será hollada la corona de soberbia de los borrachos de Efraím.
4Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil, como la breva temprana, que viene primero que los otros frutos del verano, la cual, en viéndola el que la ve, en teniéndola en la mano, se la traga.
5¶ En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria, y diadema de hermosura a los residuos de su pueblo:
6Y por espíritu de juicio al que se sentare sobre la silla del juicio; y por fortaleza a los que harán retraer la batalla hasta la puerta.
7Mas también estos erraron con el vino, y con la sidra se entontecieron. El sacerdote y el profeta, erraron con la sidra, fueron trastornados del vino, entonteciéronse con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8Porque todas las mesas están llenas de vómito y suciedad, hasta no haber lugar.
9¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿a los quitados de la leche? ¿a los arrancados de los pechos?
10Porque mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento: renglón tras renglón, renglón tras renglón: un poquito allí, otro poquito allí:
11Porque con labios tartamudos, y en lengua extraña hablará a este pueblo,
12A los cuales él dijo: Este es el reposo: dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; y no quisieron oír.
13Serles ha pues la palabra de Jehová: Mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento: renglón tras renglón, renglón tras renglón: un poquito allí, otro poquito allí, que vayan, y caigan por las espaldas, y se desmenucen, y se enreden, y sean presos.
14Por tanto varones burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo que está en Jerusalem, oíd la palabra de Jehová.
15Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, y con la sepultura: hicimos acuerdo, que cuando pasare el turbión del azote, no llegará a nosotros; porque pusimos nuestra acogida en mentira, y en falsedad nos esconderemos.
16Por tanto el Señor Jehová dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento cimentado: el que creyere, no se apresure.
17Y ajustaré el jucio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá la acogida en mentira, y aguas arroyarán el escondrijo.
18Y anularse ha vuestro concierto con la muerte; y vuestro acuerdo con la sepultura no será firme: cuando pasare el turbión del azote seréis de él hollados.
19Luego que comenzare a pasar, él os arrebatará; porque de mañana de mañana pasará, de día y de noche; y será que el espanto solamente haga entender lo oído.
20Porque la cama es angosta, que no basta; y la cubierta estrecha para recoger.
21Porque Jehová se levantará, como en el monte Perazim, y como en el valle de Gabaón se enojará para hacer su obra, su extraña obra; y para hacer su operación, su extraña operación.
22Por tanto no os burléis ahora, porque no se arrecien vuestros castigos; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos.
23¶ Estád atentos, y oíd mi voz: estád atentos, y oíd mi dicho.
24¿Arará todo el día el que ara para sembrar? ¿romperá, y quebrará los terrones de la tierra?
25¿Después que hubiere igualado su haz, no derramará el ajenuz, sembrará el comino, pondrá el trigo por su orden, y la cebada en su señal, y la avena en su término?
26Porque su Dios le enseña para saber juzgar, y le instruye,
27Que el ajenuz no se trillará con trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta: mas con un palo se sacude el ajenuz, y el comino con una vara.
28El pan se trilla: mas no perpetuamente lo trillará, ni lo molerá con la rueda de su carreta, ni lo quebrantará con los dientes de su trillo.
29Aun hasta esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo, y engrandecer la sabiduría.